Los trabajos en altura, de cualquiera naturaleza o forma, son actividades de alto riesgo donde se pone en peligro directo la vida misma de la persona que lo esta ejecutando, por lo cual deben ser realizados por profesionales capacitados y entrenados para tal fin, de tal forma que puedan realizar la labor de la mejor manera posible y en un ambiente seguro.
Aún así, siempre existe la posibilidad de algún accidente, tanto para el trabajador como para un tercero, ya sea otra persona o grupo de personas, porque los seres humanos no somos perfectos, y además, también se puede causar daños de algún bien material.
Por lo tanto, es muy importante, (casi indispensable) para una empresa responsable, profesional y consciente de estos peligros al momento de realizar trabajos y labores en altura, contar con una póliza de seguro completa que cubra cualquier accidente o daño que pueda ocurrir durante esta actividad.
La póliza para este caso es la de ‘Responsabilidad Civil‘, que consiste en otorgar protección al asegurado sobre su patrimonio si un tercero le exigiere indemnización por daños y perjuicios a consecuencia de un acontecimiento que, produciéndose durante la vigencia del seguro, ocasione la muerte, lesión o menoscabo de la salud de la persona (daños personales) o el deterioro o destrucción de sus bienes (daños materiales).
Dentro de la cobertura de esta póliza se abarca: lesiones corporales, daños a propiedad ajena y gastos médicos que se puedan necesitar al producirse un incidente. Por eso, siempre es importante que las empresas que ofrecen hacer trabajos en altura, su personal cuente con una póliza de seguro.
Pero más importante es que esta condición debería ser un requisito crucial y determinante al momento de contratar este tipo de servicios. Si una persona/empresa considera que no necesita cubrirse con una póliza de seguro para prestar servicios de trabajos y labores en altura, sería muy irresponsable y dice mucho de su seriedad y compromiso.
Un ejemplo de consecuencias: Si llegase a ocurrir un accidente ocasionando daños a terceros y no se cuenta con la cobertura de una póliza de seguro, el afectado puede demandar una indemnización, tanto al que realizó la labor que ocasionó el daño, como al contratante o persona que contrató dicho servicio.
